El fin de semana me di a la aventura de manejar disfrutando la carretera, para mi es un deleite manejar, encontrar un panorama verde lleno de vida, es relajante, encontrarte con esos cuadros que brinda la naturaleza, y más cuando sales del asfalto, los edificios de la ciudad, para encontrarte con el bosque, su delicioso olor a oyamel, a pino, lo nublado del día, la llovizna; así como el aire frío que acarició mi mejilla. Fabuloso es visitar un pueblo donde los oriundos del lugar salen a vender a pie de carretera sus frutas, ciruelas, manzanas, uvas, guayabas, sandias, no podía faltar los deliciosos elotes….. todo fresco y Yo, imaginando un delicioso pan de elote bañado en rompope con un taza de café caliente.
La gente a pesar de la pandemia seguía trabajando, a unos cuantos pasos encontré varios puestos de calabazas de barro, pintadas entre naranjas, marrón, verde seco, haciendo alusión a la época otoñal…. hermosa.
Sin embargo, a mi regreso, frente a mi en un tramo de la carretera, una recta larga y sola, enorme, a mi lado derecho una gran extensión verde, despoblada; del otro lado un área llena de agua estancada con un olor desagradable, pero la vista era fenomenal, otro espectáculo, algunos rayos de sol traspasaban las nubes dejando ver la luz poderosa de un sol que se retiraba; me permitió apreciar los panoramas que me brinda la vida, cada uno brinda el mejor espectáculo, no compite solo se muestran.
De pronto, al mirar al cielo por encima había una nube oscura, amenazaba una verdadera tempestad, y sola en esa carretera, pasaron por mi mente un sin fin de pensamientos, hasta que la voz del mejor acompañante me regresó al presente, me dijo: GABY ACELERA, me sorprendió su comentario para ser honesta, a lo que dio inicio a un dialogo amoroso, entre risas, y una que otra lagrima. Las gotas de lluvia que caían eran grandes, fuertes y tupidas, los limpiadores a todo lo que daban, y volví a escuchar: sigue acelerando, hasta entonces comprendí el mensaje. He de confesar mi querido lector que soy de las que gusta correr en carretera y tengo muchos años manejando en ellas, sola y acompañada, mi compañero me enseñó a manejar, MI PADRE, ese gran Mentor de mi vida, disfrutamos de la charla que duró al rededor de 2 horas en lo que llegamos a la ciudad, solo puedo decirles que fue una delicia, con un playlist de temas de películas que traían gratos y grandes momentos de nuestra vida.
Cómo decidir frente al menú de la vida…..
Pero, en este menú que nos presenta la vida, hay que saber disfrutar cada instante, y saber tomar decisiones. Porqué lo comento, por que cuantas veces tenemos una tempestad encima, la lluvia y nubosidad evita que podamos ver con claridad lo que existe enfrente; solo hay tres opciones, o aceleras y sales de ella, con que? con todos los recursos con los que cuentas, o bien esperar a que la tempestad nuble tu visión, ir a tientas, sin claridad, empaparte y de ahí quedarte sumido cayendo en estados de depresión, buscar culpables sin reconocer nuestra responsabilidad, dándose por vencido o como última opción, salir aún así todo mojado con una solución posible, arriesgando pero ya con un panorama mas real, con más claridad, soportando la tempestad.
¿Cuáles recursos?
La falta del trabajo de introspección y de autoconocimiento, evitan que cada uno conozca los recursos con los que cuenta, hasta el más pequeño o insignificante curso ha dejado algo en nuestra vida. Durante el viaje revisamos el auto, gasolina, llantas, limpiadores, y que todo funcione, como yo conozco mi auto, y se hasta donde responde, donde acelerar, donde frenar con motor, cuando rebasar, eso me lo ha dado la experiencia, de manejar tantos años en carretera; solo que en la vida es diferente, bueno ni tanto, cuando hablo de la introspección o conexión con nosotros mismos es saber que cuentas con conocimientos, experiencia, habilidades, destrezas, logros, fracasos de los cuales tienes un aprendizaje, pues bien tienes la tormenta encima, pregúntate : ¿Qué mas puedo hacer por mi en estos momentos?, ¿Cómo salir de este momento? ¿Hacia donde hay una luz de posibilidad para salir de este momento incomodo? ¿Soy responsable de lo que vivo? ¿Han sido mis decisiones las que me han traído ha este punto?, conectar con la somática del cuerpo es importante mucho, la mente miente, el cuerpo no! ese es el mejor indicador y el más honesto para decirme que tan incomodo, responsable soy de la situación.
Aprendiendo a escuchar….
Cuando la verdadera conexión con nosotros mismo existe, el mejor indicador es el cuerpo, si estoy haciendo algo correcto para mi en ese momento o todo lo contrario siendo esto incorrecto, nuestro cuerpo lo indica, nos presenta bienestar, satisfacción o incomodidad, duda, buscando culpables; solo que hemos estado tan desconectados de nosotros mismos que hemos vivido en piloto automático por mucho tiempo permitiendo que otros decidan y elijan por nosotros, incluyendo redes y todo tipo de marketing que ofrecen estilos de vida distintos. La voz de mi PADRE, al que admiro y respeto fueron en ese momento mi voz interior, con humildad hice lo que él me indicó comprendiendo su mensaje, acelera y sal de la tormenta.
No todos los dichos aplican..
Alguna vez has escuchado que «debemos aprender a bailar bajo la tormenta», pueda ser, hasta cierto punto, si vas en un auto como yo, que me brindaba seguridad, confianza, y rapidez, está bien; solo que cuando no tienes como protegerte de ella, es imposible que puedas bailar y disfrutar de esos momentos de crisis donde la enfermedad hace su aparición, las cuentas por pagar apremian, la falta de trabajo o un lugar seguro y estable que brinde cuando menos poder dormir tranquilo, entonces comprendemos que no podemos bailar con ella, pero si poner nuestra mejor cara, disposición y tomar la decisión que para ti sea la mas conveniente. No diré esta o la otra, las circunstancias de cada uno son diferentes, las necesidades, aptitudes y habilidades son únicas y la edad cuenta mucho. Todos los días se puede re-nacer, re-comenzar, re-inventarse, basta tener la conexión con nosotros mismos y escuchar la voz interior para saber que hacer bajo la tormenta. La Fe y la confianza en uno mismo son el mejor motivador para seguir adelante, por la ruta que te marque la vida, o que decidas tomar, con sol, con tormenta, con luz, con oscuridad, siempre busca la conexión contigo mismo, escucha tu voz interior.
Esto es resiliencia, que hacemos con lo que se nos presenta, puede ser una crisis, una pérdida, o enfrentar la incertidumbre, haciendo uso de los recursos con los que se cuenta.
Hasta Pronto!!!
Gaby Olivera
Gabydeas by Gaby Olivera®

Me encanto esa coneccion que hiciste contigo misma, hay que confiar en uno y escuchar la voz interior!
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Gracias por leerme, y dejarme tu opinión es muy valiosa para mi.
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Felicidades!! Me encantó la manera de expresarte, lo disfruté que sentí recorrer mi vida con sus altas y sus bajas e ir resolviendo con fe y alegría el día a día! Dios nos bendice y ama.
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Me complace saber que disfrutaste la lectura, y que logró su cometido Introspección, y un viaje al pasado. Un abrazo de corazón. Gracias!
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